La amputación, momento crucial
Hace tiempo leí un libro llamado Conversaciones Cruciales del autor Kerry Patterson que habla acerca de conversar con las personas utilizando las palabras correctas y siendo sinceros. La comunicación es en general un arte. Quienes la dominan saben que hay tres claves importantes: confianza, humildad y responsabilidad.
Hay quienes tienen la oportunidad de hablar con su médico y decidir sobre la amputación, como una opción para mejorar la salud o preservar la vida. Sin duda, es una conversación difícil, y lo mejor es estar acompañado de un familiar o amigo cercano cuando se recibe la noticia.
Otras personas pierden la extremidad al instante del accidente, o cuando llegan al hospital y ya no se puede hacer nada para recuperarla. Cuando cobran conciencia, se dan cuenta de lo acontecido y pasan por un estado de shock que puede durar varios días.
No podemos decir qué es mejor o peor cuando se tiene una amputación. Cada situación es diferente y considero que la persona que lo vive está dotada de una fuerza interior para afrontarlo y seguir adelante. Dice una frase que “lo importante no es lo que nos sucede, sino lo que hacemos a partir de lo que nos sucede”.
A lo largo de mi vida, he aprendido a alimentar mi mente con palabras positivas y de triunfo. Cuando perdí una extremidad, la disciplina de la impecabilidad con las palabras cobró mayor fuerza. Todos los días al despertar decreto frases que me motivan y me inspiran a ser una mejor versión. Agradecer todo lo que tengo y lo que soy es también un acto de amor por la vida.
Te invito a que hagas esta hermosa práctica todos los días, independientemente de si tienes o no todas las extremidades. Recuerda que la conversación más importante es la que tenemos con nosotros mismos. Vivir con gratitud y aprecio te traerá enormes satisfacciones.
No olvides dejarnos tus comentarios. Siempre es un gusto saber de ti. ¡Muchas gracias!
Estefania Cervantes, fundadora de Ampuvalia, A.C.
De uno depende que hacer con la piedra que obstaculiza nuestro camino, podemos edificar o sentarnos a ver la vida pasar. Entoces cuandon llegá a nuestra vida vivir con una amputación de nosotros depende hacerla más extraordonaria de lo que ya era, quizas al principio tengamos miedo, pero aun asi hay que vivir. Saludos
Muy cierto yo siempre agradezco a Dios por lo que tengo y no en lo que me hace falta . Pudiera estar peor